Los acuerdos prenupciales pueden no ser agradables, pero pueden ahorrar mucho dolor. La realidad es que muchos matrimonios terminan en divorcio, y de los que no, el 100% terminan en fallecimiento. En cualquier caso, hay bienes que distribuir. Si bien no es romántico discutir y negociar un acuerdo prenupcial entre el compromiso y la boda, un acuerdo puede ahorrar mucho dolor y dinero a la hora de distribuir esos bienes. Para quienes tienen la fortuna de contraer matrimonio con bienes propios o con la expectativa de recibirlos de un fideicomiso o una herencia, un acuerdo prenupcial es indispensable. Brinda seguridad a ambas partes y protecciones que van más allá de las leyes que rigen la división de bienes.

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En lugar de debilitar el matrimonio, un acuerdo prenupcial puede fortalecerlo, ya que ambos cónyuges comprenden plenamente su situación financiera. Este entendimiento les brinda cierta protección ante lo desconocido, y el beneficio de esa certeza compensa con creces el dolor de una conversación poco romántica antes de dar el sí quiero.

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Porcel & Asociados se asegurará de que su acuerdo prenupcial se ajuste a sus necesidades y sea capaz de afrontar eficazmente los retos que puedan surgir. Ya sea redactando el acuerdo o ayudándole a revisar uno presentado por su futuro cónyuge, Porcel & Asociados ofrece servicios prenupciales eficientes y económicos, con diversas opciones de tarifa fija o consultas por hora.

 

Aunque los acuerdos prenupciales suelen asociarse con parejas famosas y sus divorcios que generan titulares, no son solo para figuras importantes. A falta de un acuerdo prenupcial, la legislación Argentina cuenta con una serie de leyes civiles que determinan cómo se gestionan los bienes durante y después del matrimonio. Cualquier pareja que aporte bienes personales o comerciales al matrimonio puede beneficiarse de un acuerdo prenupcial.